La idea de darle forma a Artepara surgió por la pasión de integrar la creatividad y la elegancia en la vida cotidiana; por ello, sus piezas no solo son funcionales, sino que también narran historias y demuestran el amor por la naturaleza, fuente inagotable de belleza e inspiración que capta perfectamente las emociones tanto de Carmen como de Mónica, quienes, además, manifiestan un gran compromiso con la sostenibilidad y respeto por el medioambiente. Ellas, en esta edición, nos traerán propuestas encantadoras que revitalizan el alma
Dulce Pérez Colmenárez. Fotos por Orlando Montoya / Instagram @ormontoyac
Los talentos individuales de estas ingeniosas hermanas han sido fundamentales para el desarrollo de Artepara. Carmen, gracias a su formación en ingeniería de materiales, aporta un enfoque técnico y meticuloso a los procesos de producción, a fin de asegurar la calidad y durabilidad de las piezas. Por su parte, Mónica, como diseñadora gráfica, se encarga de todo el proceso creativo de la marca y colabora junto con el artista responsable de las obras de arte que atavían los productos.
Bajo esta lupa, podríamos decir que Mónica genera la mayoría de las ideas creativas y Carmen las aterriza, un mix de habilidades que promueve una colaboración constante, en la que cada una aporta su perspectiva única para crear propuestas que son tanto artísticas como funcionales.
Obras donde se resalta el encanto por el bordado, técnica que ha sido una constante en sus vidas, ya que fue un conocimiento transmitido por sus abuelas. “En nuestro linaje femenino, el bordado siempre ha sido un punto de encuentro y conexión, un espacio para generar historias y momentos a través de los hilos. Además, nuestro abuelo, artesano de la marroquinería, creaba piezas únicas que resaltaban la belleza de las mujeres. Con nuestras creaciones, pretendemos honrar estos talentos heredados, que nos fueron transmitidos con amor”, afirma Carmen.
Adicional al bordado, Carmen y Mónica también sienten gusto por la meditación, ya que les ofrece un espacio para calmar la mente y enlazar con el alma. “Para nosotras, la paz mental, el bordado y el arte son elementos esenciales de nuestra vida. Nos encanta saborear un buen vino, disfrutar de los colores de un atardecer, escuchar música que nos relaje y nos conecte, y explorar nuevos lugares. Estos momentos, junto con la lectura de un buen libro y la conexión con nuestro equipo (que es mucho más que un grupo de colaboradores, sino también amigos), nos permiten mantener lo más importante: el tiempo de calidad para disfrutar con las personas y las actividades que amamos”, señala Mónica.
Gracias a esta forma de vida, han logrado crear piezas únicas que destacan por su gran cuidado en el detalle; por ello, ninguna obra es exactamente igual a la otra. “El artista, incluyéndonos, aporta su esencia dentro de un mismo concepto, dejando su huella en cada puntada y diseño, logrando así que el resultado sea verdaderamente auténtico, apunta Mónica.
Colaboradores que sobresalen por su dedicación, pasión por el arte, compromiso con la calidad y respeto por la naturaleza. “Valoran la autenticidad, sostenibilidad y creatividad, además están dispuestos a trabajar en equipo para lograr un producto final que refleje nuestra visión: dejar una huella que trascienda más allá de la obra”, sugiere Carmen.
Y es que el objetivo de Artepara es ser un modelo que inspire a futuras generaciones a amar y valorar el arte en todas sus expresiones, así como respetar la importancia de la artesanía y la sostenibilidad en el rubro de la moda. “Por ello, nos enfocamos en crear piezas atemporales de alta calidad que perduran en el tiempo y que impulsan un consumo más consciente, gracias al uso de materiales de excelente calidad y que cumplen con rigurosas normativas ambientales”, comenta Carmen.
“Para seguir resaltando el valor de Artepara, planeamos hacer colaboraciones con embajadores de la marca y artistas que compartan nuestra visión, y utilizaremos nuestras plataformas digitales para crear experiencias interactivas y eventos que conecten directamente con nuestro público”, Mónica Suárez Solís
Con esta premisa, han logrado crear corbatas, pañuelos, pashminas, t-shirts y su producto más exitoso: las carteras de la línea Movimiento, las cuales destacan por sus bordados a mano y la singularidad en el detalle de su confección. “Estas piezas capturan la esencia de Artepara al fusionar arte y moda de manera excepcional, lo que ha resonado profundamente con nuestros clientes”, explica Mónica.
“Ver cómo a través de cada puntada, cada color y cada textura se generan emociones diferentes y cómo nuestras piezas elevan la esencia de quien las lleva, es lo que nos impulsa día a día. Desde la creación de una idea, pasando por su fabricación, hasta el momento en que nuestras piezas llegan a la mujer que da vida a Artepara, la felicidad reflejada en cada mirada nos llena de inspiración y nos motiva a seguir adelante”, Carmen Suárez Solís
Además de confeccionar piezas 100% artísticas, la marca eleva la sostenibilidad al utilizar materiales ecológicos como algodón orgánico, tintas amigables con el medioambiente y piel vegetal junto con procesos de producción responsables. “Así promovemos valores de respeto por la naturaleza y la individualidad, al mismo tiempo que preservamos y transmitimos las artes ancestrales. Queremos asegurar que estas tradiciones no solo se mantengan vivas, sino que también evolucionen y perduren con el tiempo. Creemos que todos somos artistas de nuestra propia vida, y Artepara actúa como una plataforma para expresar la individualidad y la autenticidad de cada persona, apunta Carmen.
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