Como muchos venezolanos, creció rodeado de arte: museos, teatros, conciertos, exposiciones y expresiones artísticas que hacían vibrar sus calles. Aunque no puede negar que nació con un plus: tener más acceso al conocimiento artístico gracias al trabajo de su abuelo, el maestro Carlos Cruz-Diez, y al contacto que mantuvo con el círculo de amigos que visitaba constantemente el taller familiar. Hoy, después de 20 años de experiencia trabajando con artistas, curadores y museos, nos comparte las vivencias de su exitosa labor
Dulce Pérez Colmenárez. Fotos por Juan Vírgüez
“Venir a Panamá fue un proyecto de mis padres y mi hermana. El objetivo era crear un espacio para artistas, un lugar donde pudiéramos unificar los procesos de producción y compartir nuestra experiencia con las nuevas generaciones de creadores. Así nació Articruz y Marión Art Gallery”, con esta historia comenzamos a conocer a un apasionado por el arte, Gabriel Cruz, director de tan prestigiosas instituciones.
Es importante mencionar que a través de esta última creación, “Gabo”, como se le conoce con cariño, deseaba complementar al mercado panameño trayendo obras de artistas internacionales. “Con el paso del tiempo, hemos agregado el trabajo de algunos panameños, pero la idea siempre será mostrar lo que sucede en otras latitudes”.
“Para tener una galería, son necesarias la pasión por el arte, responsabilidad con tu época, empatía con los artistas y una gran confianza con los coleccionistas. En Panamá, hay que agregarle una cualidad adicional: ¡resiliencia!”
Marión Art Gallery
Actualmente, esta galería se ha consolidado como una vitrina para artistas, coleccionistas, estudiantes y público en general, cuyas exposiciones siempre tienen un elemento didáctico, a fin de que el espectador se relacione con el arte de una manera más activa. En sus espacios, se han mostrado desde las obras de Cruz-Diez hasta de artistas jóvenes que vienen, por ejemplo, del mundo del grafiti, ya que su trabajo también es un reflejo de lo que sucede en el ámbito internacional.
“En un país donde contamos con pocos museos y centros expositivos, Marión Art Gallery cumple un rol institucional fundamental para el crecimiento de nuestra cultura. Aquí siempre conseguirán obras que no están a la venta, porque pertenecen a colecciones privadas, pero que son dignas de mostrar al público. Estamos convencidos de que el arte es el reflejo de la inteligencia humana”.
Articruz
A través de este atelier de artistas, se han producido obras de primer nivel que han posicionado en alto el nombre del país. “Articruz nos genera muchísimo orgullo. Guiados por mis padres Jorge y María Elena de Cruz y ahora por mi hermana Marión, hemos realizado trabajos de calidad mundial, además de proyectos para ser expuestos en los principales museos del mundo”.
Ahora, por medio de este sello, se encuentran concentrados en el centenario del nacimiento del maestro Cruz-Diez, que se celebrará el 17 de agosto de 2023. “En conjunto con el Atelier Cruz-Diez de París y la Cruz-Diez Foundation de Houston, EE.UU., estamos planificando una serie de exposiciones que serán albergadas en diferentes museos y centros culturales del mundo. Sin lugar a dudas, será un gran homenaje a uno de los mayores creadores del siglo 20”.
Mientras tanto, gracias a la relación que poseen con Marión Art Gallery, han logrado que los artistas del atelier participen en ese espacio y lleven a cabo obras mucho más participativas. “Por eso, en nuestra galería, el espectador puede entender el concepto del artista y no solo ver las obras”.
Cruz-Diez
Fue un artista de su época o, mejor dicho, de sus épocas, porque durante más de 70 años siempre se mantuvo muy relacionado al presente. “Esa capacidad de mantenerse actualizado y vigente, le permitió trabajar con diversas tecnologías, experimentar con materiales no convencionales y proponer soluciones que hasta el momento no se habían planteado en la historia. Además, logró hablar del color como algo autónomo, desprovisto de anécdotas y significaciones preestablecidas lo cual fue, realmente, un gran paso para la evolución del arte”.
Así describe Gabo a su abuelo, quien siempre hablaba de la eficacia de su obra. “Para él era importante que esta se modificara frente a los ojos del espectador y generara realidades autónomas”; y para que más personas contemplaran la magia de estas creaciones, deseaba crear un gran evento en Panamá. “Más allá del aporte que hemos hecho con el taller Articruz, Marión Art Gallery, Kromya Design Store y las obras que hemos realizado integradas a la arquitectura, queríamos dejar un legado institucional”.
De esta forma, nació una exposición en 2019 que recorre más de 60 años de la trayectoria artística de Cruz-Diez, cuya receptividad fue espectacular. “Hasta ahora, ha sido la más concurrida en la historia del Museo de Arte Contemporáneo de Panamá. Se calcula que, en 8 semanas, fue visitada por 50 mil personas y despertó un entusiasmo en el circuito del arte nacional que pocas veces se había visto antes”.
“El centenario de Cruz-Diez es sin duda la actividad más especial que haremos en muchos años. Honrar a la familia y dar a conocer su legado es en sí un proyecto de vida”
El curador
Una de las pasiones de Gabo es ser curador, profesional que se encarga de trabajar con el talento del artista. “Este se convierte en un vehículo para ayudar a transmitir el mensaje de cada obra, por lo que debe procurar que las piezas seleccionadas propongan diálogos entre el espectador y la creación, entre la estética del artista y el sistema de pensamiento del público que la contempla”.
Gracias, Gabo, por enseñarnos a entender que un curador debe lograr que el público se dé cuenta de las cosas más evidentes, que se despoje del conocimiento previo para poder cambiar la contemplación por la participación y observe al color como algo dinámico y no como un elemento estático de la obra. ¡Que siga viviendo el arte!
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