Javier es un excelente emprendedor con varios negocios célebres como Sushark Panamá, triunfo que ha cosechado a la par de la construcción de su bella familia, en la que resalta un miembro muy especial: Lorenzo, cuya personalidad es tan particular que, en una ocasión, un instructor señaló que había que deshumanizarlo para que el entrenamiento canino resultara exitoso; pero la acción fue rechazada rotundamente, pues él es como un hijo que duerme arropadito entre sus padres y recibiendo mucho amor
Dulce Pérez Colmenárez | Fotos por Juan Vírgüez | @capitolioproducciones
Cuando Javier atravesaba por momentos complicados durante su época de noviazgo, decidió revivir la relación adoptando a un cachorro. En el proceso, conoció a muchas mascotas, pero no lograba sentir ese chispazo de amor a primera vista hasta que viajó con su pareja a Chiriquí, donde conocieron a un señor muy noble: Yayo, quien acababa de tener una camada de perros golden retriever. “Apenas vi al último y más pequeño de la cría, automáticamente, le dije a quien ahora es mi esposa: ‘¡Amor, este es!’; por eso siempre comento que Lorenzo llegó a nuestras vidas para unirnos de nuevo”.
Y, en este proceso, ha aprendido que el golden es una raza increíblemente inteligente y “el hermano mayor perfecto”, pues Lorenzo cuida muchísimo de Alana, su actual hermanita humana, quien apenas tiene 7 meses. “¡Él es nuestro angelito! Eso me inspiró a seleccionar su nombre que significa ‘coronado de laureles’, ideal para referirse a una personalidad victoriosa, inteligente y ganadora; y es que, con apenas dos añitos, transmite mucha sabiduría, convirtiéndose en mi gancho a la hora de cerrar grandes negociaciones, pues me acompaña a muchas reuniones y almuerzos”.
Javier admira la personalidad de su bebé perruno, pues lo desestresa cuando pasa por un día complicado o se convierte en el anfitrión perfecto de la casa, expresándoles su cariño a los invitados al traerles su juguete preferido, para que todos se diviertan.
Sus conocidos saben que la conexión entre Javier y Lorenzo es inigualable, pero a veces se tienen que separar como aquella vez que viajó al Medio Oriente y Europa para pedirle matrimonio a su esposa, por lo que tuvo que dejarlo en Guau Tu Perrito, espacio que cuida a las mascotas de referidos, pues sus encargados, Raúl y Elizabeth, mantienen a los pets sin restricciones ni jaulas.
“El día que salimos de viaje, monté a Lorenzo en el carro de Raúl y luego sacó su cabecita por la ventana. Fue un momento de película, pues sentí que lo estaba abandonando. Así que solté un par de lágrimas, pero después conectamos con la mirada y supimos que era algo momentáneo. De regreso a Panamá, ¡él volvió a mí más entrenado de lo que estaba!”
Con relación al cuidado de Lorenzo, Javier afirma contundentemente que los golden deben tener un pelaje dorado, brillante y leonino; para ello, utiliza productos que contengan Omega 3 como el Mirrapel y los snacks con piel de salmón tostado. Otro tip infaltable es el Bravecto cada 3 meses, para alejar a las garrapatas y pulgas.
“Si pensamos en su diversión, te puedo asegurar que ese niño tiene más accesorios que sus papás (risas); y es que posee un baúl con puros juguetes y pelotas que suenan. Aunque, para que valore las cosas, le damos uno variado por día, para que sienta que es como un premio nuevo”.
Otra forma de consentirlo es llevarlo a la peluquería Paws, en Punta Pacífica, donde lo atiende “la gran Maru”, cuya paciencia para cuidar su pelaje es increíble. También frecuenta muchos espacios petsfriendly como Charlie’s Cream, ideal para un desayuno familiar, o Local, en San Francisco, cuyo café y brunch son sensacionales. Para su recreación semanal, nada como Doggys Kingdom o acompañar a su papá por una cerveza al Casco Antiguo y, durante una tarde dominguera, la opción infalible es pasear por el Town Center.
Ahora, Javier vive momentos maravillosos cuando ve cómo Alana le expresa su inmenso amor a Lorenzo. “Le jala las orejitas, le quita sus juguetes y se sonríe a carcajadas cada vez que él le pasa la lengua por sus cachetes (risas). ¡Se aman mutuamente!”.
Este bebé perruno no solo reavivó el amor que Javier sentía por su esposa, sino que lo está inspirando a desarrollar nuevos negocios. “Creo que hacen falta lugares en donde podamos dejar tranquilamente a nuestras mascotas para que tengan un día de full diversión. Además de recibir entrenamiento, disfrutar de un día de spa canino y socializar con otros amigos perrunos. ¡Lo agradecerían muchísimo!”.
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