En la vida contemporánea, cada vez más personas buscan un bienestar profundo que no dependa exclusivamente de especialistas o medicamentos. Esta necesidad de plenitud y autogestión ha dado lugar al enfoque holístico, que se presenta como una visión integral para acompañar la evolución humana
Carlos Gustavo Villamor. Fotos por Augusto Fernández
La palabra holística proviene del griego holos, que significa ‘totalidad’. Esta perspectiva considera al ser humano como una unidad en la que lo físico, emocional, mental y espiritual están interconectados; por ello, las terapias que surgen bajo esta visión buscan armonizar estos cuatro estados, tomando en cuenta de que cada uno influye en los demás y que solo al integrarlos se alcanza el balance.
Los cuatro estados de la existencia humana
Estado físico:
Representa el cuerpo, una entidad compleja que requiere nutrición, movimiento y cuidados para mantener su vitalidad. El enfoque holístico enfatiza la naturalidad y el dinamismo de esta entidad al considerar la salud física como una base esencial para la conexión en otras áreas.
Estado emocional:
Las emociones fugaces y de corta duración deben transformarse en sentimientos profundos y significativos. La holística advierte que la conciencia emocional se alcanza al integrar esta clase de sensaciones con el aspecto físico, mental y espiritual, a fin de alcanzar una comprensión y gestión plenas.
Estado mental:
Aquí se abordan la autopercepción y el discernimiento que nos brinda un observador o terapeuta, un acompañante que le permite al individuo expandir su autoconocimiento. Este estado implica reflexionar sobre creencias y pensamientos, integrando la mente como parte esencial del encuentro total.
Estado espiritual:
En este nivel, el ser humano se conecta consigo mismo y con los demás. El bienestar individual es incompleto si no se traduce en una relación sana con el entorno. Las terapias holísticas integran esta dimensión, para promover una visión de unidad que trasciende lo individual y abarca lo colectivo.
La crisis del wellness y la necesidad de la holística
En el mundo wellness, donde muchas veces se disocia al individuo, la holística surge como una alternativa inclusiva que no discrimina disciplinas. Este enfoque invita a integrar diversos puntos de vista como en un “banquete platónico,” en la que cada perspectiva es valorada. A través de la colaboración de médicos, terapeutas y filósofos, se busca una visión más completa del bienestar.
Sin embargo, la falta de un enfoque interdisciplinario y recursos adecuados limita su alcance. Este es un obstáculo que debe superarse para que esta visión florezca en el wellness, donde la especialización extrema suele dejar de lado la riqueza del enfoque holístico.
Por esta razón, La Coralina Island House, en Bocas de Toro, creó un lugar sagrado fundado en la terapia holística, en donde se procura que los huéspedes, además de relajarse, puedan aprender de sus cuerpos y descubrir nuevos conocimientos de sí mismos y del mundo que los rodea.
Convocar para alcanzar la completitud
La verdadera completitud no proviene de una sola percepción, sino de la integración de diversas miradas. En este sentido, la holística invita a una colaboración constante y reconoce que el bienestar solo se logra cuando integramos lo físico con lo emocional, mental y espiritual.
La holística no es solo una terapia; es una filosofía de vida que nos recuerda la importancia de convivir en armonía con cada parte de nuestro ser. En un mundo fragmentado, esta mirada ofrece la posibilidad de encontrar unidad en la diversidad, buscando siempre la completitud por medio de la interconexión.
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